Quizás sueles usar ambos términos como sinónimos cuando indicas que has modernizado tu negocio en esta era digital, sin embargo caemos en un error al hacer eso. ¡Digitalización no es lo mismo que transformación digital!
A menudo, utilizamos los términos “digitalización” y “transformación digital” como si fueran intercambiables, pero en realidad, cometer ese error puede tener consecuencias. ¡Es crucial entender que digitalización y transformación digital no son lo mismo!
Un claro ejemplo de esta distinción se ve en muchas tiendas y entidades gubernamentales. Por ejemplo, el Servicio de Impuestos Internos (SII) ha implementado una plataforma para realizar trámites en línea, pero lamentablemente no ha logrado mejorar la agilidad de estos procesos. De hecho, ha generado más complicaciones al dejar de lado a usuarios que no están familiarizados con la tecnología digital, enfrentándose a problemas como la inestabilidad del servidor y un proceso poco intuitivo. Esto es un ejemplo de digitalización, donde se trasladan procesos tradicionales al ámbito digital, pero la verdadera transformación digital implica innovar y resolver estos problemas para brindar un servicio óptimo, rápido e intuitivo.
Digitalización vs. Transformación Digital: Antes de continuar, es importante aclarar:
Es esencial comprender estas diferencias para no comprometer tu estrategia digital y, en última instancia, el éxito de tu negocio en línea. A continuación, detallamos qué significa cada término.
Digitalización: La digitalización implica simplemente convertir lo físico en digital. Por ejemplo, en el pasado, las fotos se almacenaban en rollos de película y luego se revelaban para imprimirlas. Con la digitalización, las cámaras ahora capturan imágenes en formato digital (JPG o PNG), que pueden compartirse fácilmente en redes sociales o por correo electrónico.
La importancia de la digitalización radica en la eficiencia mejorada, el servicio al cliente optimizado y la reducción de costos para tu empresa.
Transformación Digital: La transformación digital implica adaptarse al mundo digital en su totalidad. Por ejemplo, en el contexto actual, muchas personas utilizan aplicaciones como Cornershop para comprar productos de supermercado y evitar las filas, o solicitan servicios de transporte que los recogen en su puerta. La transformación digital implica cambiar la forma en que operamos para satisfacer las expectativas y necesidades de los clientes en un mundo cada vez más digitalizado.
¿Todo debe ser digital? Es importante ser realistas: no todos tienen acceso a la tecnología digital. Al insistir en que todo sea digital, excluimos a aquellos que no tienen los medios o recursos para acceder a internet o dispositivos tecnológicos. Por lo tanto, debemos buscar un equilibrio y ser “fisitales”, es decir, combinar lo digital con lo físico.
La idea es modernizarnos sin dejar de atender a nuestros clientes tradicionales. Después de todo, aún representan una parte considerable de nuestro mercado objetivo. Lo fundamental siempre debe ser captar la mayor cantidad posible de clientes, tanto digitales como tradicionales.